La propuesta de Arizona de prohibir la venta o producción, e incluso el etiquetado de productos “cárnicos” de laboratorio, se suma a otras más como la de Brasil, Paraguay e Italia, en donde se han iniciado procesos jurídicos para sancionar estas iniciativas alternativas a la proteína animal.

En lo que pareciera una tendencia internacional enfocada en la prohibición de la carne de laboratorio, legisladores republicanos de Arizona, en EE. UU., presentaron una propuesta para prohibir la venta o producción de proteína animal a través de cultivos celulares, clasificándolos como una amenaza para la salud pública. 

De ser aprobada esta normativa, el gobierno del estado podría imponer una multa de hasta 25,000 dólares para los infractores, además de que permitiría a cualquier organismo o negocio, iniciar acciones civiles si se ven afectados por estas mercancías. 

Entre las razones para impulsar el proyecto se incluyó la importancia de la industria ganadera local, la cual calificaron como parte integral, no solo de la economía, sino también de su cultura, por lo que protegerla representa una prioridad. 

Producción cárnica de laboratorio, una amenaza para empresarios pecuarios

Es por ello, aclararon, que la producción y comercialización de carne de laboratorio son una amenaza tanto para los empresarios pecuarios, así como para el valor de sus tierras y la relación que guardan con las autoridades a través del arrendamiento para financiar escuelas e instituciones públicas. 

Legislaciones también frente al etiquetado

A esta iniciativa de los legisladores republicanos se sumó una más, que evita que la proteína animal de cultivo celular empleé en sus etiquetados términos que hagan alusión a que se trata de un cárnico real, asegurando que esto puede engañar a los consumidores, haciéndoles comprar un producto equivocado.

Cárnicos alternativos de laboratorio, un desarrollo que ha provocado rechazo en diversas latitudes

De esta manera, Estados Unidos se suma a una lista de países que han emprendido esfuerzos para prohibir la venta de carne de laboratorio, que en Latinoamérica está representada por Brasil, en donde la  Cámara de Diputados mostró un proyecto de ley que prohíbe y penaliza  su investigación, producción, reproducción, importación, exportación, transporte y comercialización.

Estas acciones fueron replicadas por legisladores paraguayos, con un proyecto de ley para el veto de estos bienes, afirmando que la carne de laboratorio podría resultar engañosa para la percepción pública, además de suponer un elemento nocivo para la sanidad de las personas. 

En Europa, Italia ya logró prohibir en su totalidad la proteína animal y alimentos balanceados de cultivo celular, incluso cuando los representantes que votaron en contra advirtieron que podría violar los reglamentos de mercado de la Unión Europea si se aprueban estos productos a nivel regional.